¡HOLA A TODOS!
Una de aquellas noches Celia se quedó a mi casa a dormir.
Aquella noche empezamos a hablar.
- Te gusta Clément.
-No me gusta, es solo un amigo.
Ella sabía que estaba mintiendo, me conocía y se me veía en la cara. Me ruborizaba y tenía los ojos brillantes cuando pronunciaba su nombre, sabía que me gustaba y no podría ocultárselo por más tiempo.
-Vale, sí me gusta, pero no digas nada, aparte el no me quiere. Me lo dijo el otro día, está colado por otra.
-¡aaaaaaaaaaaah!- pegó un grito de emoción estrujando las sábanas- Lo sabía, al final te lo he sacado...Es que soy la ama.
-Bueno, bueno que te lo he dicho por que he querido, si no, no lo hubieras sabido.
-Te has puesto roja, oh dios que bonito.
-No es cierto- Sabía que sí me había puesto roja no, rojísima.
Encendimos la tele
-¿Qué ha sido eso?
-¿Lo qué?
-¡Son los extraterrestres!
-Tranquila un gato amarillo son salvará.
Nos miramos y las dos comenzamos a reír debajo de las sábanas. Nuestras conversaciones se basaban en lo primero que se nos pasaba por la cabeza, estábamos locas, muy locas pero no impota.
-Buenas noches
-Buenas noches...y duerme tranquila que si el gato amarillo no nos salva no impotara.
BESOS
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